jueves, 22 de mayo de 2014

‘Una puta mierda’ de Trigo Gómez


Siete monólogos conforman esta pieza dramática que nos lanza a la cara la miseria y la podredumbre interior de la que somos responsables dejando un regusto positivo a través de la llamada al despertar y a la acción a través de un humor fresco y sencillo.

Comprensible y directo, Una puta mierda es un espectáculo catártico que desarrolla una autocrítica vital con el humor como herramienta. Los tragicómicos monólogos de los personajes despiertan la risa -y la sonrisa- cómplice del público que se siente identificado con esas parodias de búsqueda de la felicidad y de escape la basura que les rodea y que, en muchos casos, es fruto de sus propias decisiones.

En la representaciones que ofrecen en el castizo Café Comercial de la plaza de Bilbao se puede sentir esa conexión e identificación con los personajes cuyas palabras llevan a la reflexión por el sendero del humor, fácil de seguir por el espectador y difícil de trazar con acierto para los artistas.

Como explica Trigo Gómez, su proyecto -el primero que asume como autor- nace de su necesidad de hacer un llamamiento a la reacción y a la protesta a través de una bofetada de realidad interior. Lo que surgió bajo el formato de stand-up comedy ha ido transformándose gracias a la colaboración de Camilo Vásquez en la dirección, actor con una amplia experiencia como director escénico y con el que Agenda Magenta tuvo el placer de hablar con motivo de Leche, una propuesta más completa en cuanto a recursos escénicos. Juegos de luces, música y caracterización de los personajes han ido completando este espectáculo que según sus artífices es una propuesta aún abierta a cambios y en continua transformación.

Basado en una serie de piezas de Eric Bogosian, el espectáculo es fruto de una serie de experiencias escénicas del autor enriquecido con textos propios y clásicos que empastan a la perfección con el conjunto por su vocación de universalidad. Tanto Trigo como Camilo coinciden en señalar la importancia de que el teatro sea algo popular y el éxito tanto en asistencia como en aceptación por parte del público obtenido recientemente en el teatro EA de Albacete les abala en la consecución de ese objetivo. Monólogos como el del Segismundo de Calderón de la Barca, transformado en rap, o el Cyrano de Edmond Rostand completan esta obra cuya mayor potencia reside en tratar temas universales como la parálisis de decidir seguir con las asfixiantes cadenas de la inercia social o luchar contra ellas siguiendo los propios deseos y esperanzas.

Tras el reconocimiento de la propia responsabilidad nace la posibilidad de acción que surge al final de la obra dónde se hace un llamamiento a la protesta y a la toma de postura contra lo que no nos gusta, del mundo y de nosotros mismos al grito unánime de ¡y una puta mierda! transformando el hastío y la desesperanza en reacción creativa frente a nuestra realidad.

Originalmente publicado en Agenda Magenta

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